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Felipe y Letizia, Isabel Preysler: las fotos ocultas de los famosos

Una exposición en Madrid, que reúne fotografías de 26 reporteros gráficos españoles, desvela aspectos desconocidos de las "celebrities"

Los fotógrafos urdieron una trama para captar a los Príncipes de Asturias en su luna de miel en Petra (Jordania). Conseguir imágenes de Isabel Preysler en biquini no fue nada fácil.

Valeria Polo

Ocultos tras matorrales, parapetados entre coches o escondidos en yates, con sus teleobjetivos siempre a punto, los fotógrafos del corazón son la cara amarga de la fama para actores, cantantes, toreros o deportistas, que temen que los clics de sus cámaras les arrebaten la intimidad.

Conocidos como paparazis, la mala prensa que arrastran estos fotorreporteros, agravada por la muerte de Lady Di, no borra que su trabajo nos deje un legado visual apasionante, en el que afloran secretos de los famosos jamás contados.

Lady Di rodeada de paparazi.

Fotos de la que fue amiga íntima del Rey

Ahora, 26 fotógrafos españoles muestran, por primera vez, sus imágenes más icónicas en una exposición en la madrileña Galería Nikon, en la que puede verse el toples de Claudia Schiffer (del fallecido Antonio Catalán), las desinhibidas vacaciones de Diana con sus amigas en Málaga, la "pillada" de Penélope Cruz con Matthew McConaughey, la caótica boda de Lolita, las comidas románticas de Isabel Pantoja y Paquirri o las imágenes más sensuales de Norma Duval y Carmen Cervera.

También se incluyen fotos de la fallecida Queca Campillo, aunque, lamentablemente, ninguna sobre la larga e íntima amistad que ella mantuvo con don Juan Carlos.

Los fotógrafos siguieron a Penélope Cruz y Matthew McConaughey a todos lados.

Fotos que son historia del periodismo

El comisario de la exposición, Bernardo Paz, tiene una larga experiencia como fotorreportero del corazón.

Bernardo Paz, comisario de la exposición, asegura que "todas estas fotos tienen un gran trabajo detrás: información, viajes, inversión, horas de espera e incluso algunos gin tonics. Para hacer la foto de Isabel Preysler con Tamara y Boyer en las pirámides de Gizeh, en 1987, sin Internet, tenías que saber que iban, llegar a Egipto antes y saber qué día las visitarían. Estas fotos son historia del periodismo".

Como contrapartida a ese esfuerzo, la parte bonita era que, en la década de los 70 y 80, de tanto invadir sus vidas, los paparazis se convertían en amigos de los famosos. "Teníamos una sutil simbiosis con los personajes, incluso una amistad", nos cuenta Bernardo.

Victoria Beckham rodeada de paparazi.

Se establecía relación entre el famoso y el paparazi

Estrecha fue la relación que mantuvo Rocío Jurado con Antonio Cuenca, que llamó a su tercera hija como la cantante de Chipiona y ésta se empeñó en ser su madrina. "Tuvimos que esperar a que volviera de una gira por América para bautizarla. ¡La niña tenía ya la cabeza tiesa cuando el cura le echó el agua bendita!", asegura.

Tanta buena amistad, que a él no le hizo falta hacer robados. "Los famosos te decían que usaras las fotos que lo parecían. Cuando Norma Duval empezó con Ostarcevic, me decía: “Cuenca, cógeme de lado para que crean que nos escondemos”".

Del bautizo de Kiko Rivera a la piscina de Paquirri

La "vedette" Norma Duval, en esta imagen que se incluye en la exposición, fingía que la pillaban en las fotografías.

Otro gran paparazi es Fernando Álvarez, que expone una foto muy sensual de Norma enseñando el pecho en un restaurante, del que casi los echan, y la foto del rodaje de cine de Carmen Cervera con Espartaco Santoni.

Sobre esa buena amistad que había antes, nos contó: "Muchos días iba a comer a casa de Rocío Dúrcal porque ella me llamaba. A veces, cuando todo estaba preparado para hacer un reportaje, no lo hacíamos porque nos montábamos una juerga. Cuando Isabel Pantoja y Paquirri bautizaron a Kiko, la fiesta se desmadró tanto que el torero me tiró a la piscina", bromea.

Habitual de Marbella, Juan Carlos Teuma es una gran fuente de secretos y anécdotas de famosos. Su favorita era Lola Flores. "Era encantadora con nosotros. Alguna vez terminábamos en su casa después de una fiesta, pero la consigna era: “Las cámaras en el coche y ¡a tomarse una copita!”". Y añade: "Los famosos de entonces no nos veían como enemigos. Cuando Lola llegaba a Los Gitanillos, yo la llamaba para darle la bienvenida y le decía: “Hemos pasado un invierno muy malo, a ver si podemos hacer algo”. Días después me llamaba: “Hoy vamos a comer una paella en el chiringuito, pero escóndete bien y que no te vea Lolita, ¡que se enfada!”".

Un millón de libras por unos negativos

Gracias al Cordobés, se captaron las imágenes del convite de la boda de Lolita.

Teuma dejó un gran testimonio de la boda de ésta con Guillermo Furiase. Tras el tumulto que se organizó en la iglesia, el paparazi logró llegar al convite porque lo llevó el mismísimo Cordobés, "que iba ya contentillo", en su coche.

"Gracias a él llegué el primero y pude hacer la foto", nos cuenta el gibraltareño, que le robó un polémico toples a Lady Di en un hotel de Mijas cuando ésta, ya separada de Carlos, disfrutaba de unas vacaciones con sus amigas en la Costa del Sol. Precavida, Diana había estado esquivando los flashes, pero en la piscina del hotel se relajó y se quitó la parte superior del biquini.

Se tomaron ese día 30 fotos, de las que ocho captaron el pecho desnudo de la exprincesa. En la expo se ve la imagen previa a las del toples, que jamás se publicaron. Los negativos fueron quemados, tras horas de negociación con una revista. "Se pagó un millón de libras por eso y siempre he sospechado que ese dinero salió de la Casa Real británica", nos dice, convencido, Teuma.

Aunque esquivó a las cámaras, pillaron a Diana sin el sostén del biquini.

El salto de la crónica social a la tele

Algún reportaje de índole real han "robado" los objetivos de Pedro Pernia, que, con otros compañeros, se coló en la luna de miel de los entonces Príncipes de Asturias. "Sabíamos que iban a ir a Jordania porque había una boda real y estuvimos una semana esperándoles en Petra. Cuando los vimos llegar, pagamos a un chico que estaba con un camello para que los esperara a la salida del túnel, ellos se pararan y pudiéramos hacer la foto. Felipe se dio cuenta de que le habíamos pagado. En aquel viaje los Reyes fueron muy simpáticos", nos contó el fotógrafo, que también nos habló del robado a Penélope Cruz y Matthew McConaughey en el Caribe.

"Pasamos las Navidades allí esperando, pero valió la pena porque al final la foto se publicó en todo el mundo", explica.

Según Bernardo Paz, el "fair play" que había entre fotógrafos y famosos se fastidió cuando la crónica social llegó a la tele y Fernando Álvarez añade: "Con las televisiones privadas proliferaron todo tipo de programas, eso supuso ir a la caza y se acabó el buen rollo con los personajes".

Bertín Osborne le pegó un puñetazo a un fotógrafo

Que se lo digan a Teuma, que se llevó un puñetazo de Bertín Osborne en un aeropuerto de Miami (EEUU), cuando lo estaba siguiendo para fotografiarlo con su última conquista. Y es que, aunque se sabía que el cantante era un mujeriego (salió con Mar Flores, Paloma Lago, las modelos Arianne Brown y Brigitte Nielsen, la tenista Gabriel Sabatini y la mismísima Ana Obregón), no le hacía gracia que lo pillaran "con las manos en la masa".

En Miami, cuenta, "me escondí detrás de un cartel de McDonald’s para conseguirlos, pero él, muy listo, se puso en una punta de la cola de facturación y la chica en la otra, pero los pillé cuando fueron hacia el avión. Entonces me vio, vino y me pegó un puñetazo en el estómago", cuenta Juan Carlos, que, sin embargo, no le guarda resentimiento al cantante.

De hecho, "él después me estuvo muy agradecido porque en EEUU, si yo hubiera denunciado la agresión, no hubiera subido al avión. A raíz de aquello, nos hicimos bastante amigos", comenta el fotógrafo.

Aunque salió con muchas mujeres (Mar Flores y Paloma Lago, entre ellas), al cantante no le gustaba que lo pillaran.

Una confusión que acabó con un whisky

También tuvo su momento tenso Bernardo Paz con el mismísimo Rey Emérito en 1989, cuando el monarca pensó que él había sido quien lo había pillado desnudo en el yate "Fortuna" cuando navegaba por aguas mallorquinas durante sus vacaciones de verano.

El barco solía pasar a pocos metros de la costa y un día que estaban varios fotógrafos escondidos en un acantilado pillaron al monarca con el culo al aire. Aquella tarde, cuando le contaron a Juan Carlos lo que había pasado, el emérito pensó en Paz y, al día siguiente, al llegar al Club Náutico, se fue directo a por él.

"Me dijo, golpeándome con el dedo en el pecho, que si quería guerra iba a tenerla, pero yo le respondí que era malo, pero no tan malo. Yo trabajaba en EFE y mis compañeros me dejaron en pelotas, afirmaron que yo sólo era un colaborador mientras el Rey se marchaba supercabreado. Cuando volvió, estaba yo solo con otro fotógrafo, pero, al bajar del barco, el Rey me abrazó y me dijo: '¡Qué cagada!'. Alguien le había contado que yo no había sido. Y yo le dije que yo le había avisado de que no era tan malo. Me contestó: 'Te debo un whisky'. Y nos fuimos a tomar uno y casi nos acabamos la botella entera juntos".

El rey desnudo y la infanta Cristina en toples

Seguro que ese día se hicieron una foto para el recuerdo, pero, de momento, no se ha expuesto. Como anécdota de esa historia de paparazi, las fotos en toples de la infanta Cristina, que también se hicieron aquel día en el barco, fueron destruidas, y las del desnudo del Rey finalmente no fueron tan fáciles de colocar. Los seis fotógrafos que las cazaron trabajaron en pool, es decir, ofrecieron juntos su material en exclusiva al mejor postor.

Fantaseaban con que iban a ganar un millón de dólares, pero la cruda realidad fue que, tras ofrecerlas a varias revistas, ninguna se atrevió a publicarlas. Tuvieron que pasar cinco años para que, en mayo de 1995, la italiana 'Novella 2000' se atreviera a sacarlas. Jamás trascendió el dinero que costó mostrar el desnudo del rey emérito, pero desde luego no superó las cinco cifras.

Varios fotógrafos captaron a don Juan Carlos sin ropa en el "Fortuna". Las fotos se publicaron años después.

La limpiadora y el puro de la Montiel

Otra de las fotos de la exposición tiene menos glamur, pero esconde una historia de risa. Es la imagen de Mickey Rourke y Poli Díaz en una juerga loca en la noche madrileña, acompañados por la entonces novia del boxeador, que se codeó con los famosos de aquella velada contando que ella limpiaba escaleras en Vallecas. Por no hablar de la tacañería de la fallecida Sara Montiel, que quedó inmortalizada con una foto en la que se encendía un puro… de gorra.